Si la semana pasada era Canal de Isabel II quien anunciaba la licitación de 1.700 millones de euros en 258 proyectos, en esta ha sido el turno de Andalucía. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, aprovechaba el acto de colocación de la primera piedra de la ampliación de la EDAR Los Vados, que dará servicio a 287.000 granadinos, para confirmar la apuesta decidida por las infraestructuras hidráulicas como palanca para reactivar la economía regional. Serán 375 proyectos, con una inversión prevista de 575 millones de euros un empleo directo asociado de 8.500 puestos de trabajo. Todo ello en el marco del Plan de Reactivación Económica elaborado por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, en el que se contempla la colaboración público-privada “como un mecanismo apropiado para la ejecución de las grandes infraestructuras hidráulicas, al estar íntimamente relacionado con el principio de recuperación de coste que regula la Directiva Marco de Aguas”.
Por su parte, la Empresa de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas de Sevilla (EMASESA), anunciaba que ha planificado para el próximo trienio inversiones que suman 154 millones de euros en la ciudad de Sevilla y que alcanzan los 250 millones al tener en cuenta proyectos metropolitanos. Las principales líneas de actuación serán: el plan de emergencia climática, la transformación del entorno urbano, con medidas innovadoras como el drenaje urbano sostenible y la renovación del sistema de depuración de aguas residuales.
En definitiva, más de 800 millones de euros que suponen una importante inyección de optimismo para la gestión del agua en una comunidad autónoma con importantes necesidades, especialmente en el ámbito de la depuración de aguas. Esperamos que los plazos se cumplan, los proyectos se liciten sin bajas económicas desorbitadas y su ejecución permita la reactivación económica que tanto necesitamos.
Las previsiones de Carlos Cosín
Una esperada reactivación en la que los más atentos descubrirán muchas oportunidades. Las analizaba Carlos Cosín, CEO de Almar Water Solutions, en su artículo “Efectos de la COVID-19 en el sector del agua”, en el que desarrolla la tesis de que “las empresas del sector del agua se revelan como un valor refugio para los inversores en tiempos de crisis económicas globales”. En concreto, apunta Cosín, serán 3 las tendencias principales a las que asistiremos en el corto y medio plazo: disponibilidad de activos en el mercado, facilidad para asociarse y compartir riesgos con otras compañías, necesidad de PPPs y financiación privada. “El interés en la búsqueda de asociaciones publico privadas es ahora más relevante que nunca, las cuales permiten inyectar liquidez en el sistema, aportar la experiencia de las empresas con su eficiencia, tecnología y buen hacer, y asegurar el empleo en los contratos a largo plazo. Solo así podremos salir de una crisis para la que no estábamos preparados.”
Datos para el optimismo
Tras el derrumbe de los meses de marzo y abril, los datos económicos comienzan a ser más positivos de lo esperado. Mientras la bolsa española cerraba el viernes pasado su mejor semana desde 2008, el sorprendente dato de empleo de mayo en Estados Unidos, cayendo desde el 14,7% de abril al 13,3% cuando todo el mercado descontaba una tasa superior al 19%, viene a confirmar que la recuperación de la economía mundial podría asemejarse a la deseada V. Más difícil lo tiene España por su dependencia de sectores como el turismo y su diferente estructura empresarial y laboral. Nos encontramos de todos modos antes una crisis inédita con un desenlace imprevisible. Lo que pocos dudan ya es que el sector del agua, como ha hecho siempre, resistirá.
