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De la inteligencia artificial a la sabiduría natural en el ciclo del agua

Sobre el blog

Arturo Albaladejo Ruiz
Doctor Ingeniero del Agua, el terreno y los materiales por la Universidad de Alicante, Ingeniero Superior Industrial por la Politécnica de Valencia y MBA por la Pontifica de Comillas, PMP con 25 años de experiencia en el Ciclo Integral del Agua
  • inteligencia artificial sabiduría natural ciclo agua

Días después del exitoso evento del Smart Water Summit 2020, donde quedó patente el gran avance de la Inteligencia Artificial en el sector del agua en España, y que definió que es la Transformación Digital la que marcará el futuro cercano de los gestores, tanto públicos como privados, es el momento de parar a pensar de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Venimos de una microgestión municipal del ciclo del agua en más de 8.000 municipios de compleja composición política y gestión muy burocratizada, que en contadas ocasiones se han atrevido a agruparse para obtener sinergias, y que debido a la politización se ha llegado a conseguir incumplir el principio básico de que las tarifas de agua y saneamiento deben soportar todos los costes del servicio, provocando que en multitud de sitios se hayan parado las inversiones en renovación y mejora de infraestructuras hasta su deterioro y obsolescencia.

La falta de visión general en esa gran multitud de servicios locales con escasos recursos técnicos y menos aún financieros, provocó una proliferación de la gestión indirecta, tanto en pequeñas o medianas concesiones locales, como en subcontratas de múltiples trozos del servicio en poblaciones mayores.

Todo eso se vio agravado por la alternancia de propuestas de soluciones al problema de la pertinaz escasez hídrica en la España de las 17 autonomías donde no solo no es posible que una cuenca hidrográfica comparta recursos con otra, sino incluso entre zonas de la misma cuenca, provocando el incremento de pozos subterráneos legales e ilegales que agotan los recursos subterráneos.

En cuanto al saneamiento, los crecientes requerimientos medioambientales y legales se atacaron también de forma descoordinada desde los niveles autonómicos produciendo 17 velocidades de desarrollo y cumplimento, teniendo zonas que son ejemplo en reutilización de aguas residuales y otras que son multadas por incumplimiento límites de vertido durante más de 10 años.

Todos estos problemas han conseguido que las empresas y técnicos españoles hayan tenido que esforzarse consiguiendo un gran desarrollo y profesionalización con reconocimiento internacional convirtiéndonos en líderes mundiales en desalación, gestión del ANR, hidrogeología,… y transformándose actualmente en empresas punteras en la transformación digital del sector del agua, a través del big data, cloud computing, Inteligencia Artificial y Machine Learning, telelectura – IoT, realidad virtual, gemelo digital, oficina virtual, conectividad, ciberseguridad,…

¿Y ahora qué?

Pues ahora hay que progresar hacia una Sabiduría Natural que centre todos los esfuerzos de la Inteligencia Artificial hacia la economía circular, donde la gestión del agua y saneamiento debe ser uno de sus máximos exponentes consiguiendo que el ciclo urbano del agua se integre al máximo con el ciclo natural del agua, asegurando la sostenibilidad económica y medioambiental del sistema.

Para ello hay que empezar con la planificación urbana y demográfica, aprendiendo de nuestra historia usando herramientas GIS y modelizaciones matemáticas hidrológicas geo-referenciadas para no desarrollar en exceso la agricultura en zonas áridas, no incrementar la presión demográfica donde no hay agua potable o donde pueden haber avenidas o riadas y potenciar las edificaciones y urbanizaciones con filosofía passive house.

Se debe seguir con la búsqueda del mix óptimo de fuentes de abastecimiento de agua potable superficial, subterránea y desalada para el suministro global de la población en España, que minimice el impacto ambiental en los caudales ecológicos de los ríos, en los niveles de los acuíferos y en el consumo de energía y vertidos de salmuera en las desaladoras.

Pero lo más importante es reducir la cantidad extraída de recursos del ciclo natural del agua para introducirla en el ciclo urbano, para lo que se debe potenciar la gestión de la demanda mediante la generalización del uso de difusores de agua en duchas y grifos, las cisternas de doble descarga, los electrodomésticos de bajo consumo, la mejora en los sistemas de riego de jardines y la concienciación de los usuarios en el ahorro mediante campañas educativas y penalización económica de los excesos.

A todo ello se debe unir una correcta gestión del ANR (Agua No Registrada) reduciendo las pérdidas en fugas de agua mediante la prelocalización por métodos acústicos y sistemas de predicción de fugas por inteligencia artificial, mediante el uso del telecontrol para la reducción y regulación de la presión y mediante los sistemas inteligentes de gestión de la renovación del parque de micromedidores de agua y su completa telelectura a través de sistemas IoT.

En todo caso, hay que ir más allá y a través de la implantación de tratamientos terciarios depurar el agua residual a niveles que se pueda reusar el agua en la agricultura, riego de jardines, baldeo de calles e incluso con el tratamiento adecuado su vuelta a entrar en el ciclo urbano como agua potable.

Además, tampoco hay que olvidar la gestión adecuada de las aguas pluviales, favoreciendo la infiltración en el propio terreno, la canalización y almacenamiento para evitar inundaciones y avenidas, y los tanques de tormenta para controlar por telecontrol las descargas de los sistemas de drenaje.

Evidentemente todo ello se deberá de hacer de la forma más eficiente y con el menor consumo de reactivos y de energía que deberá ser renovable y también con la mejor gestión de residuos generando el menor impacto ambiental, a través de la creación de gemelos digitales de las plantas que funcionen automáticamente con sistemas de Machine Learning.

Será un error esperar que el maná de los fondos europeos COVID arreglen los problemas estructurales si no se realizan cambios en la gobernanza del Agua y Saneamiento, que alejen la politización ideológica de la gestión de los servicios, que consigan que las tarifas cubran todos los costes incluso de las amortizaciones de las inversiones de renovación, y que permitan planificar la gestión de forma global de los recursos hídricos a largo plazo, y que homogenice la gestión del saneamiento y depuración en todo el territorio nacional.

Se tendrán que hacer los cambios legislativos y la simplificación burocrática necesaria para la creación de una entidad nacional gestionada por técnicos de sobrada experiencia e independencia política, que apoyándose en la transformación digital se encargue de potenciar y supervisar la gestión mancomunada de los servicios de agua y saneamiento, que asegure que las tarifas cubren todos los costes y que se realizan las inversiones suficientes en renovación y modernización de infraestructuras y en depuración y reutilización de aguas residuales y en inversiones que aseguren los recursos hídricos, asegurando la sostenibilidad medioambiental del ciclo integral del agua en España.