¿Alguna vez te has planteado el coste que tiene el agua embotellada? Y no sólo en cuanto al precio, sino que también en lo referente al medio ambiente y a tu salud. Muchas veces asociamos el agua embotellada con calidad y prejuzgamos el agua que sale de nuestros grifos sin pararnos a indagar las diferencias reales entre ellas. Por ello a continuación recogemos 5 razones por las que deberías dejar de beber agua embotellada.
1. Las dos opciones son igualmente buenas para la salud
Así es, en España, como en muchos otros países, el agua que llega a nuestros hogares ha de ser totalmente potable. Las diferencias que se pueden encontrar entre ellas son el sabor y la dureza.
Por un lado, el sabor depende de dónde se obtenga el agua y de los tratamientos a los que se la someta. No obstante, esto tiene solución, existen un gran número de opciones para eliminar el sabor, como pueden ser filtros de carbón activo, jarras purificadoras, tratamientos de descalcificación, tratamiento por ósmosis, etc.
Por otro lado, la dureza del agua es la concentración de sales de magnesio y calcio en la misma. Esta propiedad afecta principalmente a nuestros electrodomésticos.
Es decir, en lo referente a nuestra salud es prácticamente equivalente el beber el agua embotellada más cara del mercado que servirnos un vaso directamente del grifo. Aunque hay que destacar que las aguas con excesiva dureza pueden causar la aparición de piedras renales a las personas con tendencia a ello.
2. El proceso de embotellado y transporte es excesivamente contaminante en comparación con el agua corriente
El proceso de fabricación de las botellas, el proceso de embotellado y el de transporte de las mismas desde las plantas de producción hasta los centros de distribución en primer lugar y, posteriormente, hasta los puntos de venta suponen un nivel de contaminación que no se da en el proceso de extracción y distribución del agua corriente. Se ha llegado a estimar que el petróleo utilizado en las botellas de agua consumidas durante un año en los Estados Unidos podría mantener un millón de coches funcionando durante ese periodo mismo tiempo. Todos estos tratamientos necesarios para la producción del agua embotellada suponen una aportación considerable al calentamiento global también, estimándose que puede llegar a contaminar hasta 3.500 veces más.
Por último, se han de tener en cuenta todas las botellas que acaban en vertederos (se estima que en España el 50% de los plásticos) pues estas tardan más de 1000 años en degradarse y además, aportan químicos tóxicos al suelo debido al arrastre con el agua de lluvia.
3. El agua embotellada es hasta 100 veces más cara
En España el litro de agua embotella tiene un coste estimado de 0,22€ el litro, mientras que el agua corriente cuesta en torno a 0,002€ el litro. Es decir, es aproximadamente 100 veces más caras. Por lo tanto, el consumo de agua corriente, podría suponer un ahorro considerable a lo largo del año.
Sin embargo, las cifras han demostrado que el consumo de agua embotellada ha crecido enormemente en los últimos años como se muestra en la siguiente gráfica.
4. El agua embotellada genera una gran cantidad de residuos plásticos
No todos los envases que se ponen en el mercado se logran reciclar.
Por una parte, los que son reciclados pierden una gran parte de sus propiedades y tienen un coste de separación, transporte y tratamiento. Además, estos procesos también participan en la emisión de gases de efecto invernadero. Por otra parte, los que no se logran reciclar acaban en vertederos o en los ríos o mares, lo que supone un problema globalmente conocido.
Así mismo, se ha de tener en cuenta que los envases plásticos en los que se distribuye el agua son de un solo uso, y sus propiedades se degradan y se ven afectados por las condiciones ambientales. Esto puede llegar incluso a ser perjudicial para la salud del ser humano.
5. Se privatiza un servicio público
El agua es un bien público cuyo precio está regulado por el estado, pero al embotellarse y ponerse en el mercado el precio es establecido por las empresas privadas. Es decir, crean un negocio a partir de envasar un bien público.
No obstante, son los consumidores los que deciden comprar dicha agua embotellada y no beneficiarse del agua de la red pública.
Por estas 5 razones la población española y la población de aquellos países que dispongan de agua potable en sus hogares deberían dejar de consumir agua embotellada.