Redacción iAgua
Connecting Waterpeople
FLOVAC
Catalan Water Partnership
Hach
ONGAWA
Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia
Hidroconta
TEDAGUA
Barmatec
ICEX España Exportación e Inversiones
ADECAGUA
CAF
Sivortex Sistemes Integrals
Smagua
ACCIONA
Cajamar Innova
LACROIX
s::can Iberia Sistemas de Medición
Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Hidroglobal
Idrica
Prefabricados Delta
NTT DATA
AECID
Aqualia
ESAMUR
Laboratorios Tecnológicos de Levante
Consorcio de Aguas de Asturias
Baseform
Sacyr Agua
Vector Energy
J. Huesa Water Technology
Innovyze, an Autodesk company
SCRATS
Fundación Biodiversidad
Molecor
Lama Sistemas de Filtrado
IAPsolutions
Almar Water Solutions
Centro Nacional de Tecnología de Regadíos (CENTER)
Global Omnium
Fundación CONAMA
LABFERRER
Minsait
Grupo Mejoras
Xylem Water Solutions España
Aganova
Kamstrup
FENACORE
Asociación de Ciencias Ambientales
Filtralite
AMPHOS 21
Schneider Electric
HRS Heat Exchangers
MOLEAER
DATAKORUM
ADASA
Fundación Botín
Rädlinger primus line GmbH
TecnoConverting
Ingeteam
Saint Gobain PAM
ISMedioambiente
Red Control
KISTERS
RENOLIT ALKORPLAN
TRANSWATER
Confederación Hidrográfica del Segura
Likitech
Amiblu
Agencia Vasca del Agua
EPG Salinas
MonoM by Grupo Álava
GS Inima Environment
IRTA
AGS Water Solutions

Se encuentra usted aquí

Sinergias en el mundo rural para avanzar en la digitalización del agua

Sobre el blog

Juan María Delfa Cupido
Vicepresidente de Promedio.

Publicado en:

Portada iAgua Magazine
  • Sinergias mundo rural avanzar digitalización agua

Extremadura es una comunidad de interior, pero dispone de 1.500 kilómetros de costa de agua dulce que la convierten en una región única en Europa Occidental. La provincia de Badajoz cuenta, además, con diez playas fluviales y puertos deportivos con el distintivo de Bandera Azul. El agua es, por tanto, una de las grandes protagonistas del territorio, a pesar de que el cambio climático esté incidiendo de manera importante tanto en la calidad como en la cantidad del recurso.

Crisis climáticas aparte, el reto en las últimas décadas ha sido gestionar servicios de abastecimiento cada vez más complejos, sometidos a una legislación más específica y a un mayor control, en la provincia más extensa de España y con casi absoluto protagonismo del mundo rural. En este escenario, la Diputación de Badajoz ofreció a las entidades locales un modelo de trabajo supramunicipal para buscar una gestión de los recursos eficiente y sostenible. Ese modelo es el Consorcio Promedio.

Una fórmula basada en la colaboración público-privado que ya gestiona 52 localidades en el abastecimiento en baja y 55 en el alta. El consorcio trabaja con empresas proveedoras de bienes y servicios, pero no realiza contratos de concesión. Se licitan y formalizan contratos de servicio de explotación y mantenimiento del ciclo del agua que no supera los tres o cuatro años de duración. Ningún contrato se grava con cánones o figuras similares. El control sobre la empresa es exhaustivo y gestión de los tributos queda en manos públicas.

En estos momentos, caminar solo es perder oportunidades. Gracias a su pertenencia a Promedio, municipios como La Coronada, Cheles o Higuera la Real, de entre mil y tres mil habitantes cada uno, pueden acceder a líneas de innovación y financiación para la mejora de sus redes de abastecimiento, como el PERTE de digitalización del agua. De manera individual, sería impensable tal logro.

El mundo rural no debe perder el tren de la digitalización y, ni siquiera, debe conformarse con ir por detrás de los grandes núcleos urbanos

Por otro lado, la pertenencia a asociaciones internacionales del sector, como Aqua Pública Europea, facilita igualmente estar presente en el mapa de la innovación para convertir a la provincia de Badajoz como referente de la gestión del agua en el mundo rural. Contadores inteligentes que cubren ya al 20% de los usuarios de una población de 15.000 habitantes como Zafra o sistemas de detección temprana de vertidos en el alcantarillado de pequeñas localidades son ejemplos claros de que el mundo rural no debe perder el tren de la digitalización y, ni siquiera, debe conformarse con ir por detrás de los grandes núcleos urbanos.

No en vano, las necesidades y los retos son enormes. Las exigencias de parámetros de vertido de aguas residuales de pequeños pueblos que no superan los trescientos habitantes son, en ocasiones, más grandes que en urbes de cientos de miles de vecinos y vecinas. Esto implica buscar soluciones que sirvan para alcanzar esos objetivos, pero que al mismo tiempo sean sostenibles para la propia comunidad que debe mantenerlo. Instrumentos como el Plan Depura son esenciales. Diseñar depuradoras adaptadas a la realidad de cada población, con tecnologías alternativas y que su mantenimiento sea lo menos costoso posible, es otro de los grandes retos de la próxima década. La Diputación de Badajoz ya está en ello, con más de 16 M€ invertidos en una veintena de instalaciones.

Otro de los grandes caballos de batalla es la aplicación de las renovables a la gestión del ciclo del agua para reducir su huella de carbono y su dependencia de la red eléctrica. El esquema se repite también en este caso: municipios muy pequeños, con reducida capacidad técnica, compiten por ayudas a la modernización de sus redes con grandes ciudades. Las diputaciones provinciales y las agrupaciones o mancomunidades vuelven a ser transcendentales en esta tarea. Y como muestra, la Diputación de Badajoz, que ha implantado paneles fotovoltaicos que cubren las necesidades energéticas de 52 depuradoras y potabilizadoras de la provincia, gracias a un proyecto de financiación europea desarrollado junto al IDAE.