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Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, motor de desarrollo más allá de la gestión del agua

La mejora de las infraestructuras y servicios de agua y saneamiento permite, además, la promoción de las buenas prácticas de higiene en Haití.

El agua y el saneamiento siempre han estado en el centro de las políticas de la Cooperación al desarrollo española y, desde 2009, el nacimiento del Fondo de Cooperación para Agua y el Saneamiento (FCAS) ha transformado esta prioridad en una red de proyectos, enfoques de trabajo y alianzas que han ido mucho más allá de la garantía del recurso más vital del mundo.

Centrado en América Latina y el Caribe, el FCAS suma más de quince años trabajando por el cumplimiento de los Derechos Humanos al Agua y al Saneamiento, inclusive antes de que estos fueran reconocidos en 2010 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. A día de hoy, la evolución del FCAS revela un éxito incuestionable en términos cuantitativos: más de cuatro millones de personas han sido beneficiarias directas, de las cuales 3,5 millones han podido acceder a agua potable y 1,3 a servicios de saneamiento en sus hogares.

Publicado en iAgua Magazine 45 - Julio 2023
iAgua Magazine 45

Este alcance ha sido posible gracias a los ochocientos millones de dólares de donaciones destinados a la ejecución de 83 programas. Más allá de estos datos, la seña de identidad de la Cooperación Española, se caracteriza por sus enfoques transversales, lo que ha dotado a los programas del Fondo de una trascendencia tangible e intangible en los resultados de desarrollo humano y comunitario, no solo en el acceso al agua potable y al saneamiento, sino también en aspectos más sigilosos y difíciles de conquistar como la equidad de género, la integración de la diversidad cultural, la adaptación al cambio climático y la Gestión Integrada del Recurso Hídrico.

Radiografía del FCAS

El FCAS se centra en la concesión de ayudas a fondo perdido (y no ligadas a préstamos), destinadas a la financiación de proyectos de agua y saneamiento, en el marco de una confinanciación con las autoridades nacionales, variable en función de su situación. Son los propios países socios los que ejecutan los programas y gestionan las actuaciones, priorizando la provisión de servicios de agua y saneamiento básico y la dotación de las infraestructuras adecuadas, y fortaleciendo al mismo tiempo las instituciones y organismos públicos dedicados a la gestión de los recursos hídricos, siempre a través de un enfoque de basado en los DDHH.

El Fondo está gestionado por la Agencia Española para el Desarrollo Internacional (AECID) —a través de su Dirección de Cooperación con América Latina y el Caribe— y tiene dos vías principales de acción: la bilateral, que se canaliza directamente a través de las relaciones de cooperación entre la AECID y los países socios; y la multilateral, que se gestiona en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En concreto, esta alianza estratégica con el BID aglomera el 49% de los fondos, y se concibe como una sinergia que aúna, por un lado: la visión de desarrollo de la AECID, el enfoque del FCAS en la defensa del acceso al agua como Derecho Humano, la relevancia de la participación ciudadana y la igualdad de género; junto con, por otro lado, la experiencia técnica del BID y sus sólidas capacidades en términos de gestión de proyectos.

La Cooperación Española se caracteriza por su enfoque integral, logrando una trascendencia tangible e intangible en los resultados

El FCAS también gestiona fondos delegados por la Unión Europea para proyectos que, en ocasiones, han funcionado como capital semilla para la puesta en marcha de grandes inversiones con cooperación reembolsable de otros instrumentos de AECID como FONPRODE, con el objetivo de financiar proyectos que impulsen el desarrollo de los países, incluyendo en los mismos a las poblaciones más vulnerables. En este caso, en el ámbito del agua y saneamiento, FONPRODE complementa la cartera del FCAS al financiar operaciones combinadas o segundas fases de programas del Fondo del Agua.

Las acciones del FCAS están firmemente enraizadas en la cooperación técnica y el aprendizaje y desarrollo de capacidades a través del know-how de las empresas públicas españolas líderes en el sector -como TRAGSATEC o EMASESA, entre otras-, e instituciones e institutos de investigación, tales como el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, el Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, el Centro de Nuevas Tecnologías del Agua (CENTA) o el Instituto Geológico y Minero Instituto de España, así como universidades españolas, ONG o asociaciones como la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento (AEAS) o la Asociación de Operadores Públicos de Agua (AEOPAS), y otros actores del sector privado.

Gobernanza del agua

Las intervenciones del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento van acompañadas de un importante componente de fortalecimiento institucional con el objetivo de favorecer la buena gobernanza del agua a través de unas instituciones sólidas y un marco normativo adecuado que permitan llevar a cabo una correcta gestión de los recursos hídricos. Un enfoque de Gestión Integrada del Recurso Hídrico que incluye aspectos diversos como el mantenimiento de los sistemas, el uso de tecnologías para evitar pérdidas, el adecuado tratamiento de las aguas residuales, la conservación de las fuentes (manantiales, ríos, acuíferos) y la gestión de las cuencas hidrográficas, así como la capacidad de adelantarse a las situaciones de estrés hídrico, entre muchas otras. Este enfoque es una de las claves para que los países puedan llevar a cabo el mejor aprovechamiento de un recurso tan escaso como el agua, especialmente en un contexto de cambio climático, priorizando siempre el acceso de la población.

  • El FCAS trabaja en la región de América Latina y el Caribe, donde se han llevado a cabo programas en dieciocho países

El Fondo es, además, un actor relevante en el ámbito internacional relacionado con el sector del agua y el saneamiento. En su visión general del ODS 6, el Plan de Acción Español para la implementación de los objetivos de la Agenda 2030, que destaca el acceso universal y equitativo al agua y al saneamiento, también incluye una referencia explícita a la dimensión internacional. En este sentido, se menciona la voluntad de fortalecer las políticas de cooperación, para construir capacidades en todos los programas relacionados con el agua, y se refiere específicamente a una iniciativa emblemática apoyada por el FCAS en este campo: la Conferencia de Directores Generales del Agua (CODIA), de la que España ostenta la Secretaría Permanente.

Además, el FCAS mantiene alianzas con organismos multilaterales como SWA (Sanitation and Water for All), CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) y UNESCO, así como una participación activa y regular en los eventos importantes en el sector, como en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua, LatinoSan, Foro Mundial del Agua, etc. Estas alianzas forman parte de un camino natural a la hora de fortalecer la voluntad genuina del Fondo y su carácter holístico y vertebrador.

El FCAS concentra todas sus actividades en la región de América Latina y el Caribe. En la actualidad, son 18 los países en los que se han llevado a cabo programas del Fondo que, en términos generales, se enfoca en trabajar en áreas rurales y periurbanas con menor acceso a servicios de agua potable y saneamiento, con el objetivo de cerrar la brecha entre estas áreas y las áreas urbanas, que generalmente tienen mayor cobertura o más posibilidades de accesibilidad. Entre los casos más representativos, encontramos el programa Ruk'u'x Ya (Corazón de agua), en Guatemala, cuya meta es contribuir a la salud y a la reducción de la incidencia de enfermedades diarreicas en 12 municipios del departamento de Sololá. Esta intervención integral ha facilitado la implementación de planes de conservación de Zonas de Recarga Hídrica, de unidades específicas para la gestión de agua y saneamiento (OMAS: Oficina Municipal de Agua y Saneamiento) en 12 municipalidades, y ha contribuido a poner fin a la defecación al aire libre en 22 comunidades.

En la actualidad, casi ochocientas mujeres desempeñan puestos de responsabilidad en los comités de agua potable, impulsados desde el FCAS

Haití es el país que más fondos recibe del FCAS (casi 120 millones de euros). La cartera de Haití cuenta con programas bilaterales en marcha y cuatro programas multilaterales completados, y el alcance de las actuaciones actuales está llegando a los diez departamentos del país. Junto al componente de infraestructura y construcción, el FCAS también ha contribuido al fortalecimiento de las acciones de la Dirección Nacional de Agua Potable y Saneamiento (DINEPA), y sus entidades descentralizadas, tanto en la capital como en ciudades intermedias y rurales, en las que el trabajo del FCAS se centra, principalmente, en la rehabilitación de una decena de redes de abastecimiento de agua, además de campañas de saneamiento e higiene campañas. De este modo, se ha fomentado la descentralización del sector del agua y el saneamiento con el fin de mejorar la gestión en una región en la que coexisten núcleos dispersos de población.

El enfoque de género

Al plantear un enfoque de género estamos hablando de articular la participación de la mitad de la población beneficiaria. Los roles de género ejercen una influencia central y decisiva en la participación pública de las mujeres, y el tiempo que pueden dedicar a la misma, ya que, generalmente, son ellas las encargadas de llevar a cabo las labores para las que más se necesita el agua potable y que, por lo tanto, adolecen más de su carestía: el trabajo doméstico y el de los cuidados. Los programas del FCAS en América Latina parten de esta realidad en la división sexual del trabajo, construyendo escenarios en los que las mujeres puedan dedicar tiempo a la participación comunitaria y, además, ayudándoles a sortear los obstáculos jerárquicos, administrativos o incluso legislativos que no les permiten ocupar lugares de poder y protagonismo en la toma de decisiones.

  • Son ellas las encargadas de llevar a cabo las labores para las que más se necesita el agua potable y, por lo tanto, adolecen más de su carestía

De este modo, en la actualidad, casi ochocientas mujeres desempeñan puestos de responsabilidad en los comités de agua potable impulsados desde el FCAS. La formación y la capacitación ha conformado una herramienta clave en este escenario, como en el caso de la Escuela de Lideresas en la provincia de Ngäbe-Ngäbe, en Panamá, o los programas de alfabetización para mujeres, orientados a promover su participación en las Juntas del Agua en Guatemala.

Asimismo, la infraestructura necesaria para la distribución del agua potable genera, innegablemente, oportunidades de emancipación del trabajo doméstico, incorporando a más mujeres en espacios profesionales en el sector del agua.

Sin duda, podemos afirmar que el trabajo con perspectiva de género del FCAS no solo ha contribuido a cuestionar los roles de género convencionales en la escala cotidiana, sino que ha logrado trascender al plano político, consiguiendo que en países como México y Bolivia se hayan impulsado procesos participativos, con perspectiva de género, en el diseño de estrategias municipales y nacionales para la gestión del agua.

La incorporación de los saberes indígenas

Finalmente, el FCAS pone en valor el conocimiento de los pueblos indígenas para fomentar su participación e implicación en los programas y respetar y fortalecer la soberanía de sus territorios. De este modo, los pueblos indígenas no son solo beneficiarios pasivos de las intervenciones, sino que se transforman en agentes activos determinantes, pues la epistemología de sus saberes parte de un encuentro profundo con la tierra que habitan y, además, su genuina cosmovisión ecológica aporta grandes beneficios al resto de la sociedad.

Este enfoque ha marcado una estrategia fundamental en las intervenciones actuales del Fondo del Agua que, hasta el momento, ha trabajado directamente con pueblos indígenas en Honduras, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Paraguay y Guatemala.