La primera sesión de la sala técnica de la séptima edición de Spain Smart Water Summit culminó con la ponencia de Paloma Batanero Akerman, CEO y Consultora de Optimización de la Digitalización del Ciclo del Agua en Akerman Water. En su exposición, ofreció un resumen de la situación actual en el ámbito de la digitalización en la lucha contra la sequía. Batanero destacó la importancia de abordar la escasez de agua mediante la restricción del consumo, subrayando que la clave para el ahorro radica en acciones diversas, siendo el registro de consumos el aspecto más crucial. "Conocemos la ubicación del agua, pero es imperativo registrar las cantidades consumidas en cada punto para priorizar las acciones", explicó.
En esta fase inicial de registro, la homogeneización y visualización de datos son esenciales para identificar los puntos prioritarios que requieren intervención. Batanero propuso un enfoque dinámico respaldado por Inteligencia Artificial, señalando que el objetivo final debería ser la autonomía total en las instalaciones hidráulicas, prescindiendo de operadores humanos.
Paloma Batanero Akerman, CEO y Consultora de Optimización de la Digitalización del Ciclo del Agua en Akerman Water. (Imagen: Pablo González-Cebrián).
La oradora sugirió estrategias, como la implementación de un sistema que incorpore múltiples variables para la observación en tiempo real de los sistemas. Destacó el papel de los gemelos digitales como aliados cruciales, respaldados por operadores capacitados para programar herramientas. En cuanto al concepto de Datalake, Batanero lo definió como un sistema de medición en tiempo real que homogeneiza datos para determinar la idoneidad del agua para el consumo. Estos sistemas tienen la capacidad de analizar nuevos usos o posibilidades a medida que se introducen variables, lo que facilita la toma de decisiones.
La CEO de Akerman Water cerró su presentación esbozando cómo sería un escenario de digitalización completa, reiterando la importancia de la protección y la ciberseguridad. Además, resaltó las mejoras específicas en la agricultura, donde se consume el 80% del agua, instando a aprovechar los proyectos de digitalización posibilitados por el despliegue del PERTE en este momento.